Es una piedra metamórfica y su color cambia del verde esmeralda bajo la luz del día al rojo rubí por la noche. Es la piedra de la transformación, da impulso a quien quiere empezar o cambiar algo en su vida.
Aporta equilibrio mental físico y espiritual, desarrolla el hemisferio izquierdo del cerebro y la inteligencia.
Su color verde descansa la vista, favorece la meditación y estabiliza ambientes perturbados.